Cuentan que un día muy, muy lejano, un príncipe decidió recorrer mundo. Avisó a su criado y ambos se pusieron en camino. Tras mucho cabalgar, llegaron a un profundo bosque del que no podían salir. Mientras daban vueltas y vueltas, buscando un camino adecuado, se hizo de noche, y decidieron buscar un refugio donde pasar la noche. Al fin vieron a lo lejos la luz de una cabaña, a la que se acercaron pidiendo cobijo.
¿Te suena la historia?, ahora quiero que desarrollemos la imaginación.
¿Podrías inventarte un título y ponerle un bonito final a la
historia?
Espero poder leer la gran historia que vas a crear.
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